Por fin llegan las esperadas vacaciones…esas que todos ansiamos que lleguen y que nos hacen disfrutar de un merecido descanso. Este año seguramente todavía con mayor motivo. Sin embargo, no todas las personas consiguen descansar. ¿Qué pasa si durante el periodo vacacional no podemos olvidarnos del trabajo?
En contra de lo que se pueda pensar, cada vez es más frecuente encontrarse con personas incapaces de desconectar en sus vacaciones. En ello influyen la permanente interacción que proporcionan Internet y los dispositivos móviles, sumada a cargos de responsabilidad y a intensas jornadas laborales.
El síndrome más conocido como “estrés vacacional”, también llamado "depresión de la tumbona" o "bajón veraniego" consiste en la dificultad que tienen algunas personas para modificar su ritmo de trabajo durante los períodos de descanso vacacionales.
Este tipo de problemas son más comunes en personas hiperexigentes, que se consideran imprescindibles y les cuesta delegar y personas acostumbradas a trabajar bajo presión. Estas personas, si bien a lo largo de todo el año, se acostumbran a un determinado ritmo laboral, cuando llegan las vacaciones, intentar modificar ese ritmo a la baja les afecta de manera negativa y les produce síntomas de ansiedad.
Lo que les sucede es que los niveles de las hormonas relacionadas con el estrés (cortisol y adrenalina) descienden considerablemente, debilitando el sistema inmunológico y, por tanto, están más expuestas y vulnerables para contraer alguna enfermedad.
Pero mantener constante ese ritmo acelerado de actividad, sin descanso, puede ser aún más perjudicial y elevar nuestros niveles de ansiedad y de estrés hasta un punto peligroso. Por este motivo las vacaciones son absolutamente necesarias, ya que permiten restablecer el equilibrio de nuestra salud física, mental y emocional.
No saber desconectar del trabajo provoca consecuencias a varios niveles:
A esto se le suma la dificultad de desconexión en vacaciones, debida a la incorporación de las nuevas tecnologías y la digitalización del trabajo a través de los móviles y los ordenadores portátiles a los que llegan mensajes y correos electrónicos de forma constante y que permiten llevarse el trabajo a cualquier parte.
Según un último informe sobre el mercado laboral en España, un 51 % de los españoles en activo responde a correos electrónicos y atiende llamadas de trabajo durante sus vacaciones.
Algunos estudios científicos señalan que tomar unas semanas de vacaciones ayuda a mejorar la productividad, eleva la moral e, incluso, pueden llegar a disminuir los accidentes laborales. Esos estudios indican que tres semanas seguidas de descanso serían lo ideal y dos semanas consecutivas, lo recomendable.
IMQ TOP SALUD. Julio 2020