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Cómo evitar los contagios de gripe y catarros en el trabajo

 

Como seguramente sabes, la gripe es una enfermedad realmente contagiosa. Pero igual no conocías que una parte importante de los contagios por gripe tienen lugar ¡en el entorno laboral! Así es, se estima que hasta un 35% de los contagios por gripe se han producido en el lugar de trabajo.

No es de extrañar si pensamos en cómo son y cómo funcionan muchas oficinas o centros de trabajo: lugares cerrados y a menudo con el espacio limitado, poca ventilación, varias personas conviven durante horas, tosen, estornudan, se hablan, comparten objetos… Sí, es un escenario ideal para que los virus estén a gusto, se propaguen y encuentren nuevas ‘víctimas’.

La solución pasa por tratar de evitar los contagios en doble sentido. Es decir, poner medios tanto para intentar no ser contagiados, como para no contagiar a nuestros compañeros/as cuando estamos enfermos, pero acudimos al puesto de trabajo.

Cómo no ser contagiado cuando un compañero/a de trabajo tiene catarro o gripe

Higiene

Lavarse las manos con bastante frecuencia es una buena costumbre de cara a evitar el contagio de enfermedades, incluida la gripe, por supuesto. Hay que pensar que a lo largo del día podemos tocar muchas superficies y objetos potencialmente contaminados, como los pomos de las puertas, las manillas de la ventana, pasamanos, mesas… Y es que, al contrario de lo que piensa la mayoría de las personas, los gérmenes y virus no se propagan sólo por el aire, sino que también lo hacen por contacto. La recomendación de la OMS es lavarse las manos habitualmente con agua y jabón siempre después de ir al baño, después de sonarse la nariz o estornudar, después de tocar animales, antes de las comidas y, claro está, siempre que notemos que tenemos las manos sucias.

Evitar el contacto físico con las personas enfermas y sus objetos o espacios. De cara a evitar el contagio de catarros y gripes es muy importante ‘mantener las distancias’. Evitar saludar a personas afectadas dándoles dos besos y, en caso de darles la mano, hay que evitar tocarse la boca, la nariz o los ojos y lavarse las manos lo antes posible. No se trata de ser descortés o maleducado, pero es una buena manera de cuidar la salud propia. Esto se aplica también a tocar superficies u objetos de la persona enferma de gripe o catarro. Tendremos que tener cuidado con utilizar material de oficina de esa persona y no digamos ya compartir artículos de aseo o vasos etc. Una vez más: hay que recordar que los virus se propagan muy fácilmente por contacto.

Ambiente en el trabajo

La ventilación del espacio del trabajo es clave. Siempre que sea posible, abrir puertas y ventanas para que el aire se renueve; con unos minutos es suficiente.

También es muy importante mantener una temperatura adecuada (ni demasiado frío ni demasiado calor) y, en todo caso, adaptar nuestra vestimenta para evitar cambios de temperatura bruscos. El consejo más habitual suele ser vestirse ‘a capas’, de forma que nos podamos abrigar más o menos según lo necesitemos. No es buena idea, por ejemplo, pasar calor en el trabajo (hasta el punto de sudar) y luego salir al exterior sin habernos protegido convenientemente.

Otro consejo para mantenernos en buena forma a pesar de los compañeros/as enfermos, es evitar la sequedad de las fosas nasales. Este problema, el de la sequedad nasal, es común que suceda por el ambiente propio de muchos espacios de trabajo: sitios cerrados, con poca ventilación y con la calefacción funcionando. Sin embargo, el mantener las fosas nasales hidratadas ayuda a que haya moco suficiente para ‘retener’ bacterias, gérmenes etc.

Evita la sequedad nasal. Los espacios poco húmedos y con calefacción, como es el caso de la oficina, las fosas nasales se secan y se vuelven más vulnerables. Las células defensivas no producen el moco adecuado y no eliminan las bacterias, por lo que son más proclives a la infección. Para evitarlo, se recomienda utilizar una solución de agua de mar 100% natural, que limpia e hidrata la nariz.

Alimentación

Por último, la alimentación también tiene el poder de contrarrestar el riesgo de contagio de la gripe. Una alimentación correcta contribuye de manera decisiva a que el sistema inmunológico de una persona esté en buena forma, es decir, que las defensas estén altas y fuertes para poder enfrentar los posibles ataques de virus. En ese sentido, siempre es recomendable cuidar lo que comemos. En esta época del año y con el fin de evitar el contagio de la temida gripe o un catarro, los expertos recomiendan incidir en el consumo de alimentos ricos en vitaminas A y C, como verduras, naranjas y limones.

¿Y si soy yo quien sufre de gripe? ¿Qué puedo hacer para no contagiar a mis compañeros/as de trabajo?

Si ya es demasiado tarde para ti y has sucumbido a la gripe, aún puedes hacer mucho para no extender el contagio a otras personas. Te damos algunas pautas.

Una vez más, lavarse las manos con frecuencia será fundamental. Como decíamos antes, los virus y gérmenes no viajan sólo a través del aire… Muy al contrario, a menudo el verdadero peligro está en el contacto. Por esta razón, se aconseja limpiarse las manos con agua y jabón cada vez que estornudes, tosas o te suenes la nariz. Igualmente, procura no tocar objetos o superficies comunes nada más haber estornudado o sonado la nariz para tratar de no dejar el virus en los pomos de las puertas, el teléfono, el teclado del ordenador, la impresora etc.

¡Presta atención a tu teléfono móvil! ¿Has pensado en cuántas ocasiones lo tocas al día? Lo haces muchas veces, ¿verdad? Imagina la de virus y bacterias que se pueden acumular… Así que, al igual que hay que limpiarse las manos, es conveniente también limpiar el Smartphone.

Tanto por educación como por higiene y para prevenir contagios, es importante cubrirse la nariz y la boca al estornudar o toser. Siempre que sea posible, es mejor cubrirse con un pañuelo de usar y tirar o, en su defecto, con el antebrazo.

Utiliza pañuelos de papel de usar y tirar. Quizás no sea lo más ecológico, pero sí es lo más higiénico. Usar pañuelos desechables para sonarnos la nariz o incluso para cubrirnos durante un estornudo es mejor de cara a evitar el contagio, siempre que los tiremos inmediatamente a la papelera (es decir, ¡nada de reutilizarlos o dejarlos sobre la mesa de trabajo!)

Con un poco de responsabilidad, hábitos conscientes de cuidado de la salud y compañerismo podemos minimizar el impacto de la gripe en nuestra empresa. Y, si necesitas consejo médico, recuerda que gracias a la APP IMQ dispones de un servicio de médico asesor online.