¿Sabías que la temperatura que hay en la oficina es uno de los factores que más influyen en el bienestar en el entorno del trabajo?. De hecho, en contra de lo que se pueda pensar, los catarros de verano suponen el 20% de los resfriados de todo el año. Por supuesto, la temperatura del espacio de trabajo y un mal uso del aire acondicionado pueden estar a menudo detrás de esta situación. Y es que los cambios bruscos de temperatura, algo que sucede con bastante frecuencia en verano, no nos sienta especialmente bien.
Podemos pasar de una temperatura de 30 o más grados en la calle a una oficina o espacio de trabajo con el aire acondicionado funcionando a tope y una temperatura de 20 grados… Pues bien, utilizar el aire acondicionado de la oficina o lugar de trabajo a una temperatura demasiado baja puede ser peligroso para nuestra salud.
Además, es muy habitual que el uso del aire acondicionado genere conflictos entre los compañeros y compañeras de trabajo. Unas personas serán más sensibles al calor, otras más frioleras, … La ubicación del puesto físico de la persona con respecto a la salida del aire también es un factor clave junto con los problemas de salud que nos afecten (alergias, diabetes o disfunciones tiroideas, entre otros).
Por eso es muy importante concienciar a la plantilla sobre el uso del aire acondicionado en el entorno laboral.
El aire acondicionado es una gran ayuda contra el calor, pero se debe utilizar correctamente. Es muy importante hacer una labor de formación sobre este tema entre las personas de la empresa para evitar riesgos y problemas de salud evitables que desemboquen en un menor rendimiento o absentismo laboral por enfermedad.
Hay que recordar que los extremos no suelen ser buenos, y los cambios bruscos tampoco. No se trata de demonizar, sino de racionalizar el uso del aire acondicionado, de forma que ayude en el puesto de trabajo, contribuyendo a la productividad laboral, sin dañar la salud de las personas.
En primer lugar, es muy importante respetar el mantenimiento del aire acondicionado según las indicaciones del fabricante o de la empresa instaladora. En el caso de que no se realice el adecuado mantenimiento del sistema de aire acondicionado y sus unidades, se produce una acumulación de suciedad tanto en los aparatos como en los conductos que puede provocar problemas respiratorios en las personas o incluso graves infecciones relacionadas con bacterias (legionella) y hongos (aspergillus). Desde los departamentos de Recursos Humanos, Mantenimiento o la Dirección se deben planificar estas actuaciones de mantenimiento y limpieza periódica para mayor seguridad.
¿Cuál es la temperatura adecuada para el uso del aire acondicionado en la empresa? Sin duda, es una pregunta muy difícil de responder, ya que tendremos tantas respuestas como personas. La sensibilidad al frío y al calor es muy personal y es complicado llegar a acuerdos cuando 8, 15 o 20 personas comparten el mismo espacio físico. Habrá quien siempre tenga calor y quien siempre tenga frío, habrá a quien el chorro de salida del aire acondicionado le quede más lejos (y no note tanto su efecto) y quien lo tenga prácticamente sobre su espalda. Esto suele ocasionar no pocas discusiones en los puestos de trabajo.
Sin embargo, sí existen algunas normas que podemos aplicar a la hora de regular la temperatura del aire acondicionado; normas que van más allá de la percepción personal del individuo.
Los expertos indican que a la hora de configurar la temperatura del aire acondicionado es necesario tener en cuenta la temperatura que hace en el exterior para evitar un choque muy brusco. Lo ideal es evitar las temperaturas muy frías, especialmente inferiores a 20 grados.
El uso prolongado del aire acondicionado a temperaturas muy frías provoca que el ambiente se reseque y esto a su vez origina sequedad en las mucosas nasales, con lo que su capacidad defensiva queda mermada. Además, esto habitualmente origina que la persona respire por la boca, lo que es aún peor ya que el aire frío (que puede estar contaminado) entrará directamente a la garganta accediendo a los bronquios.
Los expertos aconsejan que la temperatura del aire acondicionado no tenga con respecto a la temperatura exterior una diferencia superior a los 12 grados. En general, se aconseja configurar el aire acondicionado para mantenernos a una temperatura de entre 24 y 26 grados, de forma que el ambiente sea más agradable, pero sin que haya demasiada diferencia con respecto a la temperatura exterior. Además, así contenemos el gasto energético.
Estos consejos expertos pueden ser de gran ayuda para orientar a la plantilla en cuanto a la temperatura adecuada para el aire acondicionado.
Otro de los errores más comunes a la hora de usar el aire acondicionado, es cerrar puertas y ventanas. Evidentemente, lo hacemos para evitar que entre el calor del exterior a un espacio que ya tenemos climatizado. Sin embargo, es necesario que se renueve el aire de la estancia y para ello es imprescindible abrir ventanas y/o puertas ocasionalmente y permitir que entre aire nuevo.
IMQ TOP SALUD. Julio 2019