Adicción al trabajo, peligros para la salud
Esther Enales
Directora de Gestión Cliente de IMQ Prevención
Podríamos pensar que con la llegada de la pandemia hemos reducido la marcha y aprovechado para darnos cuenta de la importancia de la conciliación, gracias en parte al teletrabajo. Sin embargo, en muchos casos esto es una falacia. Nuevos estudios demuestran que los trabajadores/as realizan un promedio de 9,2 horas de horas extra no remuneradas por semana, frente a las 7,3 horas de hace tan solo un año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han realizado un primer análisis mundial de la pérdida de vidas y de salud derivada de las largas jornadas de trabajo, en el que indican que, trabajar 55 horas o más a la semana aumenta en un 35% el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular y en un 17% el de fallecer a causa de una cardiopatía isquémica con respecto a una jornada laboral de 35 a 40 horas a la semana.
En Japón, por ejemplo, existe el término 'karoshi' o muerte por exceso de trabajo, que surgió en los años 70 y que señala a las personas que fallecen, literalmente, por complicaciones derivadas de pasar demasiadas horas frente a su escritorio. Como dato, en la sociedad actual el ser humano invierte 40 años de su vida trabajando. 1.920 semanas, 9.600 días, 76.800 horas. Es el tiempo que cada persona entrega a la sociedad, participando en su progreso y aportándole valor.
El trabajo brinda a la persona el sentido de su identidad, influye en su autoestima, otorga status social y facilita legitimación ante la sociedad. Sin embargo, existe una fracción de trabajadores que llega a dedicarle a su trabajo una excesiva cantidad de tiempo y de energía, llevándolo a cabo de forma muy intensa y compulsiva, lo que tiene consecuencias negativas tanto sobre el trabajo como en su vida. Esto configura un trastorno que se conoce como adicción al trabajo (workaholism) y que se enmascara bajo la apariencia de responsabilidad, dedicación al trabajo y sacrificio de la vida personal.
Podemos decir que en el desarrollo de la adicción al trabajo confluyen rasgos psicológicos y características del ambiente donde la dificultad radica en establecer el límite entre la dedicación al trabajo y la adicción a éste. La adicción al trabajo debe diferenciarse de una situación en la que el contexto nos impide dejar de trabajar, por ejemplo, cuando un jefe o superior nos pide invertir más horas de las que deberíamos y no tenemos alternativa aparente.
Las causas de la adicción al trabajo pueden ser varias, desde problemas físicos, financieros y emocionales.
Desde el punto de vista de la salud, hay un conjunto de síntomas físicos y somatizaciones que se asocian a esta adicción a la acción como el cansancio extremo, la mala nutrición, la hipertensión, los trastornos vasculares y cardíacos, los trastornos del sueño, el insomnio, la gastritis y las úlceras, la pérdida del cabello, las contracturas musculares y dolores óseos, así como la propensión a diversas infecciones.
Sin embargo, estos síntomas físicos por sí solos no permiten señalar una posible adicción. Para un diagnóstico certero es necesario evaluar también otros riesgos como los de tipo psicológico y de relaciones sociales: estrés y ansiedad, discurso exigente, síntomas depresivos, dolores en el pecho debido a la ansiedad, mayor riesgo de abuso de sustancias, riesgo de sufrir burnout o quemazón laboral
Las demandas y quejas de la familia suelen ser claves para la detección. El problema de dichas quejas es que, a diferencia de otras adicciones, la familia desconoce el desarrollo de la adicción. De ahí la importancia de la sensibilización sobre esta adicción comportamental, tanto en los servicios de salud y en los ámbitos laborales, como a toda la sociedad para facilitar la detección en las primeras etapas y su intervención.
Es importante tener en cuenta que la adicción al trabajo no es un concepto que aparezca definido como tal en los manuales de psicología clínica y psiquiatría. Esto significa que técnicamente no es una adicción en el mismo sentido en el que lo son, por ejemplo, el alcoholismo o la ludopatía, lo cual no significa que no sea un problema recomendable tratar en psicoterapia.
Una vez asimilado el problema, es importante acudir a un especialista en adicciones para poder tratar paso a paso la adicción al trabajo. El tratamiento más efectivo suele ser un seguimiento terapéutico para conocer los motivos que ha llevado a la persona a centrar su vida en el entorno laboral. De esta forma y, poco a poco, ir trabajando en sus creencias arraigadas respecto a la adicción, que normalmente tienen que ver con sus ideas acerca de la meritocracia, su concepción de lo que significa ser un buen trabajador, etc. y, por otro lado, proponerle al paciente actividades con las que puede ir modificando sus hábitos.
En algunas empresas ya se habla de programas de salud mental para los y las trabajadores, pero no parece que vaya a ser algo que llegue a corto plazo. En general, con una pandemia que ha demostrado que muchas personas están 24/7 conectadas a su ordenador o a su móvil y que siempre tienen que estar 'online', se nos presenta la difícil encrucijada entre contestar un mail a cualquier hora o priorizar la salud.
IMQ TOP SALUD. Mayo 2021